lunes, marzo 05, 2007

Cuando llegue vi
todo tu temor
e inviernos que creas con tus ojos

Quiero esperar, no desesperar
y volver el tiempo hacia el pasado
cuando era mejor
tu no existías en mi vida

Quiero al fin seguir
Y así ser feliz
Seguir recorriendo este desierto

Nunca llegaré
a donde estas tu
creo ver el sol adentro tuyo
pintare tu piel con besos de miel
primaveras blancas con tus labios

Volver a soñar
con que sigas tú
el camino largo hacia el olvido

Y que al llegar
tú no estés ahí
volver hasta verte entre mis brazos

Y volver a ver
todo tu temor
y el invierno que crías en tus ojos…

2 Comments:

Blogger Diplomatica said...

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

10:32 a. m.  
Blogger Diplomatica said...

In votis

Oh non più soffrire

al fine, queste ire

questa guerra atroce

fuggire, altra voce

non udire al fine

che la sua! - Mattine

candide innocenti,

voi su' freschi vènti

da le selve ascose

non odor di rose,

non odor di timo

avrete, ma primo

d'ogni altro l'odore

ch'ella par dal cuore

spandere. Voi, sere

lente ove preghiere

lente vanno sole

e cadon viole

da angeliche mani

in seni lontani,

parrete albe aurore

se dal puro fiore

del suo labbro un riso

trarrò d'improvviso,

che per i confini

del cielo in divini

cerchi saliente

si spanderà. Lente

le stelle ne l'onda

lucida profonda

si scioglieran come

rugiade. Il suo nome

pio seguirà l'Ave

nel coro soave.

Semplice nel bianco

velo ella al mio fianco

verrà su le prode

solinghe. La lode

udrà che d'in torno

salirà pel giorno

fatto d'improvviso

nel cielo da un riso

de la bocca bella.

- Ave, maris stella!

Salve! - Ma udrà ella,

chinate le ciglia,

senza meraviglia.

11:43 a. m.  

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